lunes, 13 de octubre de 2008

Tres vivencias: playa

Debía tener cinco o seis años. Pero tengo un recuerdo muy vivo de aquello.
Estando en la playa se me ocurrió ponerme a investigar por mi cuenta mientras mis padres hablaban de sus cosas. Iba descalza. Corría. Subí a unas rocas donde solían ponerse los pescadores y al subir el pie derecho lo sentí como enganchado en alguna parte.
Uno de los anzuelos que dejaban aquellos pescadores se me clavó en un dedo, llevando un sedal atado a una roca que me impedía levantar el pie.
Supongo que el resto podéis imaginarlo...